diumenge, 24 de juny del 2012

La pastoral a tot nivell


LA PASTORAL A TODO NIVEL

Olga Lucia Álvarez Benjumea ARCWP. 
Desde Colombia

Uno de los argumentos fuertes, además de mi llamado, al ministerio sacerdotal, que da gritos en mi conciencia, era, es y sigue siendo, a través de mi ministerio, dar respuesta a la Pastoral a todo nivel.

Debo mis principios pastorales; después de Jesús, a mis maestras religiosas (Hnas. Dominicas de la Presentación) y el haber conocido y trabajado de cerca con un gran Pastor. Con él pasé; de la teoría, a vivir la práctica de una Pastoral sentida y comprometida: Monseñor Gerardo Valencia Cano.

Cuando visitaba a las personas enfermas, amigas y vecinas de la familia, en mi barrio, su queja era: “Por mi salud, no he podido volver al templo. Nunca fallé a la misa y di mi ofrenda. No entiendo, por qué, el Padre Fulano, quien siempre me veía en primera fila, con mi cabeza blanca, nunca ha venido a mi casa, ni ha preguntado por qué no he vuelto”.

Otra reclamó: “No he podido encontrar un sacerdote, que venga a darle la Comunión y el Sacramento de la Salud a mamá". “El padre, esta dando clase en la Universidad.”; “Lo lamento, no me toca ese sector”. Estas fueron algunas de las respuestas que una amiga recibió, cuando estaba buscando estos servicios pastorales para su madre agonizante.

Lo más triste de reconocer es que a la iglesia institución, como institución, no le interesan los fieles, sino tanto en cuanto las ofrendas y diezmos. De ahí la importancia que representan los informes en la visita “ad limina” , Convenciones Diocesanas y Generales, Consejo General, que “justifiquen el trabajo” y el cargo que se ocupa.

Un ministerio Pastoral requiere de tiempo, de entrega y compromiso. No se puede hacer pastoral de estadísticas, los números y cuadros no necesitan de la Pastoral, necesitan de la Pastoral los hijos e hijas de Dios! Conocerles no solo de vista en el templo, sino en sus casas, en su ambiente familiar, interesándose por el bienestar de cada uno/a, los abuelos/as, la pareja, los hijos/as. Escuchándoles, con interés, cariño y paciencia.

Organizar salidas con las familias, no solo de peregrinaciones, sino de expansión yendo al campo, al parque, organizar juegos con ellos. Dejar que los niños/as compartan el Boletín de Notas del Colegio, sus cuadernos y tareas. Escuchar a sus padres en sus situaciones buenas y malas, acompañarles y aconsejarles. Con ellos, se aprende mucho, se conoce mucho mejor la realidad que se vive, la problemática del barrio, del pueblo, o vereda (campo).

El/la sacerdote, es parte del Cuerpo de Cristo, representado en sus hermanos/as los fieles de su comunidad, que le han llamado y elegido para atender sus necesidades. El/la no es un ser extraterrestre, rodeado de magia y de misterio, con poderes especiales. Es un ser humano, con deseos de servir, de hacer agradable el paseo de la vida. Sin temores, sin miedos, mostrando la imagen de la Divinidad, llena de ternura, compresión y amor.

Estar atentos/as a las sugerencias y necesidades del Pueblo de Dios: “¿Le doy la bendición?” pregunta el Capellán del Hospital, al acompañante de una paciente. “¿Ud. quién es?", le pregunta. “Soy el Capellán”. Ni al diácono, ni al presbítero, en momentos del ejercicio sacramental le debe faltar la Estola. El Pueblo de Dios, es muy sensible a los símbolos y signos sagrados, ellos lo perciben como una ofensa, cuando no se lleva ningún signo.

“…es evidente que el pueblo de Dios está llamado a purificarse y a revitalizar su fe (…) pues ‘muchas veces la gente sincera que sale de nuestra Iglesia no lo hace por lo que los grupos ‘no católicos’ creen, sino fundamentalmente por lo que ellos viven; no por razones doctrinales sino vivenciales; no por motivos estrictamente dogmáticos, sino pastorales; no por problemas teológicos sino metodológicos de nuestra Iglesia’. Se trata, por tanto, de ser mejores creyentes (…) para que nadie se sienta lejano o excluido”. Palabras de Benedicto XVI a los obispos colombianos. (1)

Más adelante, Benedicto XVI dijo que los obispos no deben dejar de “individuar cuanto entorpece el recto progreso de Colombia, buscando salir al encuentro de los que se hallan privados de libertad por causa de la inicua violencia”, así como fortalecer las iniciativas solidarias a favor de las víctimas de desastres naturales, los más pobres, los campesinos, los enfermos, afligidos y los miles de desplazados a causa de la violencia.

“Deseo alentarles a proseguir este camino de servicio generoso y fraterno, que no es resultado de un cálculo humano, sino que nace del amor a Dios y al prójimo, fuente en donde la Iglesia encuentra su fuerza para llevar a cabo su tarea”, expresó. (2)

Realizar la Pastoral ya sea personalizada o comunitaria, también es SER Eucaristía! Es allí donde el/la sacerdote, se entrega al ejemplo de la Divinidad: “Este es mi Cuerpo, esta es mi Sangre” (Mateo 26:26-30).

No se puede ser Pastor/a y Administrador de Empresa, a la vez:  “No se puede atender a dos señores” (Mateo 6:24)

La Comunidad de fieles, desea y le gusta sentirse Iglesia, no de meras palabras sino con hechos, le gusta participar en las liturgias, además de los cantos y dar respuestas. Niñas/os, jóvenes, ancianos/as invisibles, no quieren que se les tenga. Ellos/as son la Iglesia! Ellos/as tienen la Palabra! A ellas/os nos duele la Iglesia! La Iglesia ha de estar abierta a todos los necesitados/as, marginados, rechazados, ha de ser inclusiva, como lo es el Evangelio que nos dejo el Maestro de los maestros.

En la Pastoral, no se puede ser tacaño, ni en tiempo, ni en recursos. La Administración diocesana no puede rebasar el presupuesto de la Pastoral.

Notas:

1) Vaticano ACI/EWTN Noticias Junio 22/12
2) Idem

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