dissabte, 14 de setembre del 2013

El fariseu que no calla: sobre el pecat i l'amor

Aquest home acull els pecadors i menja amb ells (Lc 15,1-10)


"Cada vez que aparece la palabra de Cristo hablando sobre el Amor indiscriminado de Dios, la fórmula farisea se cumple y aparece alguien presentándose a “recordar que es preciso hablar del pecado”. No sea cosa que mientras sus palabras están sanando, liberando o consolando a otrxs, a alguien se le vaya a escapar que el pecado existe y hay que condenarlo.

Así que en la vida física y en la virtual, en la individual y en la comunitaria, allí donde algún Cristo venga a pregonar el amor escandaloso, hay que presentarse y decir: “sí, todo muy lindo con el amor, pero ¡cuidadito con el pecado!"

Yo pienso que con cuidadito debemos andar nosotrxs. Pero no del pecado, sino del fariseo que todxs llevamos dentro y en contra del cual SIEMPRE el evangelio habla (¿se dieron cuenta de que Jesús se la pasaba condenando todo el tiempo a los que señalaban el pecado de los demás y a los pecadores les decía “yo no te condeno”?)

Porque una de las diferencias que había entre Jesús y los fariseos, fue que los fariseos veían el pecado como algo por lo que valía la pena matar, mientras que Cristo lo veía como algo por lo que valía la pena morir."

(Laura Abate, teòloga d'Argentina).

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