diumenge, 9 d’octubre del 2011

Una fiesta accidentada


 

Una fiesta accidentada


"Id y avisad a toda esta lista de  invitados que vamos a celebrar las bodas de mi hijo. Les diréis que he preparado un banquete de platos sabrosos y de buenos vinos."

No quieren venir... No quieren venir... No quieren venir... No quieren venir...

“Mejor será que vayáis otros. Explicadles que ya tengo preparado el convite, que ya he hecho matar los terneros y las aves. ¡Que está todo a punto!” 

“¡Estoy yo para fiestas!”
“¿Es que piensa que puedo dejar mis negocios sin más?”
“Mira, yo estoy muy bien aquí, con mi familia...”
“Lo siento, soy republicano: a mí las cosas del rey no me interesan.”
“Claro, como no tiene nada más que hacer, organiza banquetes.”
....
“Pues mira qué bien, si tanto le gustan las fiestas, os cortaremos a cachitos y os devolveremos al rey envueltos en papel de regalo”

Y bien, ¿a cuántos he de contar?
Nadie.... nadie.... nadie....nadie           
Nadie quiere venir... Algunos mensajeros no han vuelto.

¡Destruidlos!!!

Y los demás, invitad a todos los que encontreis por los caminos, buenos o malos, ricos o pobres... ¡todos! 
Decidles:

“Venid a la fiesta. El rey ha preparado platos deliciosos. Él mismo ha puesto la mesa para vosotros y está a punto para recibiros, para agasajaros y llenaros personalmente vuestras copas hasta los bordes, mientras descansais y recuperais las fuerzas. 
Escuchará los relatos de vuestros andares, os confortarà y hará que desaparezcan las tristezas, los dolores y las lágrimas para que broten la alegría y la paz.”

¿Han venido todos?
 ¡TODOS, mi Rey!
 ......
¿Por qué no llevas un vestido adecuado?
¿Por qué no quieres renunciar a la desesperanza, al enfado, 
al malestar?
SAL DE MI FIESTA

AQUÍ SÓLO UEDE ENTRAR QUIEN DESEE COMPARTIR MI GOZO

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